El juego es la herramienta de aprendizaje más poderosa con que cuentan nuestros hijos a lo largo de su desarrollo. Los niños necesitan jugar para desarrollarse física y mentalmente.
Jean Piaget, el patriarca de la psicología infantil, consideraba que el juego infantil es una actividad creadora: él mismo está construyendo su inteligencia, dando forma a su mente y transformando su mundo. Es además un medio imprescindible para la socialización del niño y para el aprendizaje de las normas.
El juego es ese espacio libre donde lo real y lo imaginario conviven. Con él, los niños aprenden de una manera natural, espontánea, pero no ausente de reglas y objetivos. El juego del niño de un año tiene por objeto lograr andar y manejar los objetos de su entorno. Los juegos de cucu-trás le va a enseñar hablar; más adelante los juegos de reglas le mostrarán cómo colaborar con los demás; los juegos de deporte le enseñarán a competir; los juegos de ficción le ayudarán a imaginar diferentes posibilidades, etc...
JUEGO Y DESARROLLO
Pero ¿qué pautas básicas deben tener los juegos para facilitar el desarrollo educativo?.
En primer lugar, el juego debe divertir a sus protagonistas. No nos podemos empeñar en que los niños jueguen a lo que nosotros queremos. Además, los juegos deben fomentar diversos recursos personales:
- Físicos: la agilidad, la fortaleza, la resistencia...
- Mentales: la creatividad o el razonamiento.
- Sociales: especial importancia tienen los juegos compartidos, en equipo, porque favorecen la cooperación y el aprendizaje de la convivencia.
- Competitivos: son útiles siempre que enseñen que unas veces se gana y otras se pierde. Los niños deben aprender a soportar la frustración
Gracias!
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